CÁNCER DE SENO Y FACTORES DE RIESGO
Aunque la predisposición genética en el cáncer de seno es un factor a tener en
cuenta frente a su prevención, otros como el sedentarismo y aquellos que
provienen del medio ambiente también deben ser considerados para impedir que
aparezca.
El excesivo consumo de alcohol y de cigarrillo, el sobrepeso y la obesidad
contribuyen a la aparición del tipo de cáncer que más padecen las mujeres, por
lo tanto es importante tener presente que más del 30% de los casos puede ser
prevenido con la simple modificación de los factores de riesgo1. Además el
hecho de que países asiáticos, al adoptar hábitos occidentales, estén contando
más pacientes con esta enfermedad parece confirmar que el estilo de vida
moderno es potencialmente cancerígeno.
La enfermedad no es siempre la misma
Este padecimiento comienza, la mayoría de las veces, en el tejido mamario.
Dependiendo de su origen se divide en:
Carcinoma ductal: se caracteriza por la presencia de células anormales
en el revestimiento de un conducto de la mama. Corresponde aproximadamente al
75% de los casos.
Carcinoma lobular, que empieza en los lóbulos, es decir en las
estructuras encargadas de producir leche. Generalmente No atraviesa las paredes
de los lóbulos, por lo que no se convierte en cáncer invasivo. No obstante, sí
puede desarrollarse y convertirse en un carcinoma lobular invasor2. Le
corresponde entre el 5 y el 10 por ciento de casos de cáncer de seno.
Existe un tercer tipo de cáncer de seno que se origina en el tejido
muscular, graso o conectivo que hace parte de las mamas, sin embargo
raras veces se da, le corresponde el 1% de todos los casos.
Entonces cuando aparece…
El tratamiento del cáncer tiene tres objetivos principales:
Buscar una cura
Prolongar la vida
Mejorar la calidad de vida
Dependiendo de la etapa y tipo de cáncer se pueden usar técnicas que incluyen
cirugía, radioterapia y quimioterapia.
El examen
que salva vidas
La prevención no está sólo en el consumo de manzanas frescas, aceite de pescado
y té verde. Lo más importante es hacer el autoexamen mensualmente para detectar
de forma rápida cualquier cambio en los senos.
Si llegara a encontrarse alguna anormalidad, un bulto o una inflamación, por
ejemplo; el médico ordenará exámenes más específicos para establecer su
composición.
Entre las herramientas diagnósticas se encuentran:
Mamografía, realizada con rayos X para ver por dentro y con mayor
detalle el tejido mamario.
Biopsia, toma de una muestra de la masa encontrada para examinarla
con el fin de establecer su naturaleza benigna o maligna.
Ultrasonido, con la ayuda de ondas de alta frecuencia se determina si el
tejido irregular es sólido o está lleno de líquido. Esta herramienta permite
establecer si es una lesión quística.
Tomografía y resonancia magnética, más costosas que las anteriores pero
más precisas, suelen usarse en pacientes que han padecido cáncer de seno
previamente para detectar cambios pequeños en el organismo. Su precisión
también es útil para diferenciar el tejido cicatrizado de posibles nuevas
lesiones.
Para tener presente
Algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecer esta
condición son:
Haber tenido la primera menstruación antes de los 12 años y una
menopausia después de los 553
Tener una dieta con alto contenido graso
Haber sido diagnosticada con desórdenes endocrinológicos
Nunca haber tenido hijos o haber tenido el primero después de los 30
años
No haber amamantado nunca
Haber recibido después de la menopausia terapia hormonal que incluye
estrógeno y progestina
Mantener alerta a los cambios que se presenten en los senos y realizarse
periódicamente el autoexamen pueden salvar la vida.
FUENTE: http://www.mujerysalud.com/Salud/tabid/66/ArticleId/122/Cancer-de-seno-y-factores-de-riesgo.aspx